Las mascotas pueden ser un punto de conflicto con los vecinos. Sin embargo, para muchas personas son su compañía, incluso como un miembro más de la familia. La responsabilidad de los dueños de los animales en los espacios comunes es clave para lograr una buena convivencia con los vecinos.

Debido a esto, se ha hecho cada vez más frecuente, por parte de la administración, prohibir que perros y gatos vivan en departamentos. Andrea Handal, copropietaria de un departamento en la comuna de Las Condes, cuenta que “en mi edificio nos permiten tener mascotas, y no tenemos mayores problemas entre los vecinos, porque sabemos muy bien lo que tenemos que hacer en términos de deberes de buena convivencia. En mi caso, nunca dejo las deposiciones de mi perro en el jardín de nuestro edificio (y las recojo cuando lo saco a pasear a parques); y le enseñamos a no ladrar en la noche”.

Pero hay otros casos. Paula Yáñez, arrendataria de un edificio en Santiago Centro, ubicado en Lord Cochrane, relata que “yo no tengo mascota, pero mi vecino tiene un perrito pequeño que ladra súper fuerte cada vez que pasamos por fuera de su departamento. No es tan incómodo cuando es de día, pero de noche es bastante odiosa la situación”.

¿Qué dice la ley?

Gonzalo Cortés, gerente comercial del software de administración www.edifito.com, señala que -pese a que la actual legislación no prohíbe la tenencia de perros o gatos en departamentos- “muchas veces el reglamento interno de la administración sí lo hace”.

“Es un drama para las personas que tienen mascotas, ya que estas son parte de la familia. Generalmente se debe a la irresponsabilidad de algunos residentes, quienes llevan un mal manejo respecto a sus desechos, ruidos y olores”, dice Cortés.

Un problema que según el Registro Nacional de Mascotas sería bastante frecuente, ya que al menos 42 mil animales de compañía viven en departamentos. De hecho, solo en la Región Metropolitana hay más de 21 mil perros habitando las alturas, al igual que 6 mil gatos.

¿Cómo generamos una buena convivencia entre las mascotas y nuestros vecinos?

Para lograr una buena convivencia entre vecinos y mascotas, lo importante es ser un dueño responsable y consciente de darle los cuidados correspondientes al animal de compañía. En el caso de los perros, pasearlos varias veces al día con correa, recoger siempre sus depósitos para que no queden en el jardín y dejarlos en un lugar donde estén cómodos con comida y agua fresca.

La tenencia responsable de mascotas es clave para una buena convivencia en condominios
Una mascota es una excelente compañía para cualquier hogar. El problema es que no todos, dentro de una comunidad, comprenden los ruidos que puedan generar. Son esas molestias que terminan en reclamos ante la administración.

Debido a esto, se ha hecho cada vez más frecuente, por parte de la administración, prohibir que perros y gatos vivan en departamentos. Andrea Handal, copropietaria de un departamento en la comuna de Las Condes, cuenta que “en mi edificio nos permiten tener mascotas, y no tenemos mayores problemas entre los vecinos, porque sabemos muy bien lo que tenemos que hacer en términos de deberes de buena convivencia. En mi caso, nunca dejo las deposiciones de mi perro en el jardín de nuestro edificio (y las recojo cuando lo saco a pasear a parques); y le enseñamos a no ladrar en la noche”.

Pero hay otros casos como el de Paula Yáñez, arrendataria de un edificio en Santiago Centro, ubicado en Lord Cochrane, relata que “yo no tengo mascota, pero mi vecino tiene un perrito pequeño que ladra súper fuerte cada vez que pasamos por fuera de su departamento. No es tan incómodo cuando es de día, pero de noche es bastante odiosa la situación”.

La indicación se acoge a lo ya establecido por la Ley de Tenencia Responsable de Animales, mejor conocida como “Ley Cholito”, la que exige a los dueños mantener a las mascotas dentro de sus respectivos domicilios.

Por tal motivo, tampoco puede existir discriminación de acuerdo al tamaño o raza del animal. De hecho, cuando Felipe Salaberry se desempeñaba como subsecretario de Desarrollo Regional sostuvo que “incluso los tipos de razas peligrosas pueden vivir en comunidad. Más que prohibir su tenencia en un lugar donde se convive con otros vecinos, se busca que tengan condiciones especiales para su cuidado. Por ejemplo, en los espacios comunes solo deben ser paseados (las razas peligrosas) por personas mayores de 18 años, quienes deben poner a sus mascotas bozal, correa y arnés”.